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 En todo el mundo, los conflictos por el agua están aumentando a medida que las ciudades, las industrias, la agricultura y los generadores de energía compiten por fuentes limitadas de abastecimiento de agua dulce. Al mismo tiempo, existe una creciente conciencia de la necesidad de mantener caudales adecuados de agua dulce en ríos, lagos, llanuras de inundación, acuíferos y estuarios para sustentar la biodiversidad y los muchos beneficios que se derivan de ecosistemas sanos y funcionales, de los que dependen las comunidades y economías locales. Los sistemas de gestión integral y eficiente de recursos hídricos ayudan a los gobiernos a abastecer a las crecientes poblaciones humanas y al mismo tiempo que mantienen y restauran a los ecosistemas de agua dulce.

La integración de consideraciones ecológicas en la gestión del agua se ha visto entorpecida por la dificultad, el costo y el tiempo que se requieren para determinar caudales ambientales —la cantidad, temporalidad y calidad de caudales de agua que se requieren para mantener a las especies, las funciones físicas y biológicas, y la resiliencia de los ecosistemas dulceacuícolas y estuarios, así como el sustento y bienestar de la vida humana que depende de estos ecosistemas. Las determinaciones de caudal ambiental evalúan de manera científica las interrelaciones de las alteraciones antropogénicas de los patrones naturales de los caudales y los consecuentes cambios en la salud ecológica. Por lo tanto, la determinación y cumplimiento de los requerimientos del caudal ambiental son de suma importancia para una gestión sustentable del agua.

A pesar de que existen cientos de métodos para evaluar las necesidades del caudal ambiental, muchos de ellos no están basados en principios ecológicos sólidos, o bien su aplicación resulta poco práctica en las amplias escalas regionales en las que los gobiernos manejan los recursos hídricos. Las simples “normas generales” carecen de credibilidad científica, mientras que los métodos más sofisticados que manejan muchos datos son demasiado costosos y su aplicación en cada uno de los sistemas de agua dulce dentro de una amplia jurisdicción toma mucho tiempo.

El método de Límites Ecológicos de las Alteraciones Hidrológicas (ELOHA) constituye un marco que ofrece una solución flexible y científicamente defendible para determinar de manera general las necesidades de caudal ambiental en casos en los que no se pueden realizar estudios detallados para todos los ríos de una región. El método ELOHA se basa en el cúmulo de conocimientos sobre las relaciones entre caudal y ecología que se han adquirido a través de décadas de estudios de ríos específicos y aplica dicho conocimiento a zonas geográficas tan grandes como un estado, una provincia, una nación o una gran cuenca hidrológica.